Ladrones con Licencia
El robo es algo que está penado por las leyes y a diario se detienen malechores por delitos mas grandes o mas pequeños, pero también todos los días quedan libres de sus penas algunos que te atracan con licencia para ello. Ayer por razones de trabajo tuve que desplazarme a Bilbo y de regreso a Asturies, paré a comer en Santoña, era un día de esos en los que te sientes caprichoso/a y te apetece comer algo concreto, a mí en este caso como ya se habrán imaginado eran anchoas, hay que decir que lo mejor de mi visita, fue la entrada al pueblo, cuando a través de los conductos del aire de tú vehículo penetran en tus sentidos los aromas del salazón, pero en fin que ya estoy por las ramas y no puede ser, me dí una vuelta por el pueblo y me encontré frente al ayuntamiento un local caña, azúcar, con un nombre así que combinaba varias palabras y con buena pinta, tiene unos grifos de Amstel de estos que te sirves tú la cantidad que quieres, y no tenía mala pinta, hasta que una niña, me imagino hija de los propietarios con uniforme de colegio de pago, apareció por la barra con un cepillo de dientes eléctrico, metido en la boca enseñando como se manejaba, (la niña tenía edad suficiente para saber que eso no debe de hacerse pero sin lugar a dudas los responsables del establecimiento deberían de tenerlo mas claro), en fin que a uno de mis acompañantes, eso le hizo, que descartásemos nuestra comida allí, seguí caminando por el pueblo con la clara intención de comer y fui a dar a la Plaza de San Antonio donde se encuentra Charfruit, una tienda en la que se venden la anchoas que mas me gustan Don Bocarte y además me encontré otras bajo nombre Diez Conservas (que no probé todavía, pero que prometo comentario), compré ambas y un poco de queso cántabro y aproveché la ocasión para pedir recomendación de establecimiento de hostelería y así fue, amablemente la persona que me atendió, me indicó como llegar al Restaurante La Marisma, que se encuentra situado en la calle Manzanedo, 19 - 39740 de Santoña (Cantabria), antes de iniciar mi comentario quiero decir que a la recomendadora, posteriormente la vi en este establecimiento de forma muy cordial, mis sospechas me indicaron que había algún interés mas allá de la sana recomendación. En fin comencemos.
El restaurante La Marisma, es un local de aquellos clásicos del siglo pasado, con cortinas poco atractivas y mesas de decoración tradicional, una pecera llena de mariscos y personal de uniforme negro con la imagen corporativa en las camisas, todos excepto el propietario o apuntador de comandas que iba con ropa de calle, la carta carecía de algunos platos y comenzamos con unas anchoas artesanas, muy buenas, 10 anchoas 12 €, a mi me apeteció una Andarica (Nécora) en la carta se cobraba a 40 €/kg. precio que debería de garantizar dos cosas, la primera que se elaboraría para el comensal en el momento partiendo de un animal vivo, además que sería del Cantábrico, el tema del peso es peligroso, por que casualmente esta pesada 200g. es decir que me cobraron 8 €, los problemas empezaron por el servicio, vengo de una cultura marisquera, en la que comer una andarica es algo habitual y normal, ayer mismo a la cena sin ir mas lejos me la comí para resarcirme de la mala experiencia del medio día, por lo tanto, estoy acostumbrado a abrirla yo mismo, desconocía la costumbre cántabra y me encontré con el carro (la concha) por un lado y el cuerpo unido a las patas troceado por otro, cual fue mi gran sorpresa, el animalillo en cuestión llegaba frío y de la nevera (increíble pero cierto), por supuesto no estaba cocida de ese día, no era sabrosa, dudo mucho que del cantábrico, aunque estaba tan fría y desarmada que no puede indentificarlo y además su precio era una desproporción. Hubo mas cosas, tres platos, Rosario de Solomillo Estofado, que nos lo vendieron como algo interesante y no dejaba de ser una carne de ternera guisada y no muy bien guisada, la textura no era la adecuada para un animal joven, lo que vuelve a hacerme dudar de que en realidad fuese ternera, quizás quiso decir vaca pero no supo, 12 €, un solomillo al queso, a la carne no se le puede reprochar nada, a la salsa, miren, cuando se ofrece un producto al queso, al menos se deberían de asegurar que sabe a queso, esta era nata manchada con unas malfritas patatas 18 € y también Pixín (rape) a la plancha, al que por encima le añadieron un refrito de ajos, quizás no sepan lo que es un pescado a la plancha, pero en fin, yo si quiero comerme ajos que enmascaran todos los defectos y virtudes, pues les hubiese pedido ajos fritos, pero quería disfrutar como decía la carta de un pescado salvaje, la ración era ridícula y la guarnición mas por 18 €. Yo no iba a tomar vino y mis acompañantes querían uno joven, pedí la carta y en la misma no había ninguno, busqué y rebusqué y practicamente todo eran Riojas clásicos, tenía elegido Solagüen, pero me dijeron no dejalo, pide ese el mas barato, el vino no tiene hoy importancia, a regañadientes les hice caso y solicité al tomacomandas que pusiese una botella de Bordón Crianza, 10 €, era del 2001, su color marrón y de los aromas ni hablamos, yo me pedí una caña, era mahou y muy bien servida 3,5 €, una botella de agua Solan de Cabras de 1 litro, 3,3 €, 3 cafés 4,5 €, un chupito de licor de miel Trampero 3 € y atención tres bollos de pan normal, corriente y mas bien moliente 3, 6 € a todo esto para mi sorpresa se le sumaba el 7 % de IVA por lo que en total pagué 102,59 € (mas de 17.000 pesetas), de la factura 10254. Miren para mí esto es una forma de robar, 3,75 € que son seiscientas y pico pesetas de las de antes por una caña normal de mahou, no puede consentirse, 1,39 € que son mas de doscientas pesetas por un bollo de pan comprado a un panadero y que no ofrece resistencia ni su corteza, es otro atraco, si cobran en Asturies 8 € por una andarica como la que me comí en el bar La Marisma, seguramente el establecimiento en cuestión tendría que cerrar sus puertas o dedicarse a estafar a turistas, más de 250 de las antiguas pesetas por un café corrientillo, buff, sin comentarios que me estoy calentando y 10,7 € que son mas de 1.700 pesetas por aquello que alguien se atreve a servir como vino es de delincuentes con licencia de hostelería, no hablemos del agua que es habitual cobrarlo como si de oro se tratase. En definitiva, para buena parte de las profesiones de la vida, se exigen titulaciones, carnés especiales y requisitos controlados, para montar un restaurante no y esto debería de solucionarse, aquí el que no vale para otra cosa o se mete a camarero o le monta un bar a su hijo/a y eso no puede ser, la hostelería es una profesión muy digna y en la que hay auténticos/as profesionales y no podemos consentir que piratas como este y muchos otros que me llevo encontrando en estos años, nos quiten de nuestras carteras los dineros con licencia para ello, la inspección debería de ir mucho mas allá de controlar si las puertas abren hacia adentro o hacia afuera, o si las sillas tienen tacos de goma para no hacer ruido, miren las molestias a los vecinos de una silla sin taco le aseguro que son mucho menores que esto que nos hicieron a tres personas ayer, me parece que no puede consentirse un atraco a plato armado con autorización para cobrar. Les recuerdo que el sitio donde puede sucederles esto es en Santoña (Cantabria) en la calle Manzanedo, 19 y el nombre es Bar-Restaurante La Marisma, una caña 3,5 mas IVA.
El restaurante La Marisma, es un local de aquellos clásicos del siglo pasado, con cortinas poco atractivas y mesas de decoración tradicional, una pecera llena de mariscos y personal de uniforme negro con la imagen corporativa en las camisas, todos excepto el propietario o apuntador de comandas que iba con ropa de calle, la carta carecía de algunos platos y comenzamos con unas anchoas artesanas, muy buenas, 10 anchoas 12 €, a mi me apeteció una Andarica (Nécora) en la carta se cobraba a 40 €/kg. precio que debería de garantizar dos cosas, la primera que se elaboraría para el comensal en el momento partiendo de un animal vivo, además que sería del Cantábrico, el tema del peso es peligroso, por que casualmente esta pesada 200g. es decir que me cobraron 8 €, los problemas empezaron por el servicio, vengo de una cultura marisquera, en la que comer una andarica es algo habitual y normal, ayer mismo a la cena sin ir mas lejos me la comí para resarcirme de la mala experiencia del medio día, por lo tanto, estoy acostumbrado a abrirla yo mismo, desconocía la costumbre cántabra y me encontré con el carro (la concha) por un lado y el cuerpo unido a las patas troceado por otro, cual fue mi gran sorpresa, el animalillo en cuestión llegaba frío y de la nevera (increíble pero cierto), por supuesto no estaba cocida de ese día, no era sabrosa, dudo mucho que del cantábrico, aunque estaba tan fría y desarmada que no puede indentificarlo y además su precio era una desproporción. Hubo mas cosas, tres platos, Rosario de Solomillo Estofado, que nos lo vendieron como algo interesante y no dejaba de ser una carne de ternera guisada y no muy bien guisada, la textura no era la adecuada para un animal joven, lo que vuelve a hacerme dudar de que en realidad fuese ternera, quizás quiso decir vaca pero no supo, 12 €, un solomillo al queso, a la carne no se le puede reprochar nada, a la salsa, miren, cuando se ofrece un producto al queso, al menos se deberían de asegurar que sabe a queso, esta era nata manchada con unas malfritas patatas 18 € y también Pixín (rape) a la plancha, al que por encima le añadieron un refrito de ajos, quizás no sepan lo que es un pescado a la plancha, pero en fin, yo si quiero comerme ajos que enmascaran todos los defectos y virtudes, pues les hubiese pedido ajos fritos, pero quería disfrutar como decía la carta de un pescado salvaje, la ración era ridícula y la guarnición mas por 18 €. Yo no iba a tomar vino y mis acompañantes querían uno joven, pedí la carta y en la misma no había ninguno, busqué y rebusqué y practicamente todo eran Riojas clásicos, tenía elegido Solagüen, pero me dijeron no dejalo, pide ese el mas barato, el vino no tiene hoy importancia, a regañadientes les hice caso y solicité al tomacomandas que pusiese una botella de Bordón Crianza, 10 €, era del 2001, su color marrón y de los aromas ni hablamos, yo me pedí una caña, era mahou y muy bien servida 3,5 €, una botella de agua Solan de Cabras de 1 litro, 3,3 €, 3 cafés 4,5 €, un chupito de licor de miel Trampero 3 € y atención tres bollos de pan normal, corriente y mas bien moliente 3, 6 € a todo esto para mi sorpresa se le sumaba el 7 % de IVA por lo que en total pagué 102,59 € (mas de 17.000 pesetas), de la factura 10254. Miren para mí esto es una forma de robar, 3,75 € que son seiscientas y pico pesetas de las de antes por una caña normal de mahou, no puede consentirse, 1,39 € que son mas de doscientas pesetas por un bollo de pan comprado a un panadero y que no ofrece resistencia ni su corteza, es otro atraco, si cobran en Asturies 8 € por una andarica como la que me comí en el bar La Marisma, seguramente el establecimiento en cuestión tendría que cerrar sus puertas o dedicarse a estafar a turistas, más de 250 de las antiguas pesetas por un café corrientillo, buff, sin comentarios que me estoy calentando y 10,7 € que son mas de 1.700 pesetas por aquello que alguien se atreve a servir como vino es de delincuentes con licencia de hostelería, no hablemos del agua que es habitual cobrarlo como si de oro se tratase. En definitiva, para buena parte de las profesiones de la vida, se exigen titulaciones, carnés especiales y requisitos controlados, para montar un restaurante no y esto debería de solucionarse, aquí el que no vale para otra cosa o se mete a camarero o le monta un bar a su hijo/a y eso no puede ser, la hostelería es una profesión muy digna y en la que hay auténticos/as profesionales y no podemos consentir que piratas como este y muchos otros que me llevo encontrando en estos años, nos quiten de nuestras carteras los dineros con licencia para ello, la inspección debería de ir mucho mas allá de controlar si las puertas abren hacia adentro o hacia afuera, o si las sillas tienen tacos de goma para no hacer ruido, miren las molestias a los vecinos de una silla sin taco le aseguro que son mucho menores que esto que nos hicieron a tres personas ayer, me parece que no puede consentirse un atraco a plato armado con autorización para cobrar. Les recuerdo que el sitio donde puede sucederles esto es en Santoña (Cantabria) en la calle Manzanedo, 19 y el nombre es Bar-Restaurante La Marisma, una caña 3,5 mas IVA.