30.8.07

La Casa Pompeyana

Hace unos días me sentaba a cenar en uno de los restaurantes italianos con mas nombre de la ciudad de Xixón, "La Casa Ponpeyana", uno de esos establecimientos que poco o nada tienen que ver con las pizzerías a primera vista y que su carta nos invita a un paseo por la alta gastronomía italiana, los platos tienen nombres y precios que nada tienen que ver con la comida barata habitual de este tipo de establecimientos, pero los problemas comienzan cuando el servicio es mas que escaso y de limitada profesionalidad y cuando lo que estás pagando poco tiene que ver con lo que te esperabas, en realidad, los platos son de presentaciones pobres y de una desproporcionada relación calidad precio, con independencia de la calidad o la buena elaboración de estos, es incomprensible que se cobren por 5 tortelini, 5 ravioli y 20 macarroni 12,50 € + IVA, no tiene razón de ser que por una supuesta mousse de chocolate blanco y negro, el blanco lo sigo buscando, en un envase típico de la sidrería mas cutre se cobren mas de 4 €, en impensable y poco justificable, que por un sobre de cuatro barritas de pan seco (habitualmente se pone una por comensal, aquí era una para cuatro personas) y una minibaguete, pero mini de verdad que apenas tocábamos a un trozo de los de mojar la salsa por persona, se cobren 3 € + IVA, el pan es un autentico negocio, es increible que se pueda abusar de esta manera, y mas terrible cuando el pan no tiene ningún, NINGUNO en serio, no estaba ni siquiera caliente, encanto. Como se pueden cobrar 500 de las antiguas pesetas por un trozo de pan, si por ese precio compras una caja entera, es terrible, ahora si el establecimiento y sobre todo su propietario se las dá de elitista y parece que lo cortaron y no lo cosieron. El detalle final estuvo cuando al pedir la nota y cobrarnos el IVA, le solicitamos una factura y nos dice que no puede darla, por que se le agotó el talonario, ante nuestra reclamación, el personaje, se ofendía y todavía se despedía de nosotros, diciendo que volviesemos mañana que nos invitaba a un café y nos hacía la factura, todo esto con tono chulesco y tras pagar 94 €, hay que decir que uno de los comensales era un niño de cinco años. Hagan sus calculos y saquen sus conclusiones, pero si caen por la Casa Pompeyana, tengan cuidado con las carteras.

17.8.07

Cartas

Carta I

Amor mío:
En este tiempo de otoño, en el que los ojos
Se cubren de hoja seca, en el que las calles,
Están llenas de tristeza, de melancolía,
Dile a la vida que no te interesa su juego, que estarás en otras cosas
Cuando llegue a buscarte y que recortarás todas sus ideas,
Pegándolas en un triste papel, que arrojarás al fuego.


Cuéntale que no harás callar a tus venas,
Ordénale que recite los versos más aburridos,
Porque el tiempo sin ti no será tiempo y yo no podré querer verlo.

El corum ya no marcará las horas,
cosechando las armas del poder, extinguiendo la hoguera que había en mí
para que la seca espada que me atraviesa se lleve las turbias miradas.

Pero el alma se retorcerá buscándote,
La vida se entristecerá interpretando tu tragedia
Hurtándome el espíritu que ya no puede seguir escuchando;
Desbordando el vaso de tus ojos, huirá de esta melancolía,
Le pedirá al director de nuestros hilos que los corte
Y que la libertad no vuelva a hacerse dueña del engaño.

Te suplicará para que este cuento deje de contarse,
Pero que haga que sus letras tengan menos trazos,
Pídele que respire tu tormenta, para apagar este candil
Mientras la música envuelve el pequeño instante,
En el que entre tus manos se desliza como agua el cariño que te tengo,
Tu epigrama repartirá baraúnda allí donde te lleven,
Para que esa angustia, trabe mi alma y no la deje desertar,
Pero llegará un momento en el que todo sea distinto
Y el amor de al corazón las alas necesarias para volar hacia un lugar nuevo,
En él nos encontraremos e instauraremos una leyenda nueva
En la que los sueños no estén prohibidos
Y en la que los cuentos, las historias o los deseos
Gobiernen la efervescencia de nuestro prurito.

Carta II

Amor mío:
Hoy es verano y tus ojos están repletos de cielo,
Las calles rebosan júbilo y huyen de la melancolía
Relátale a la vida tu interés por este juego y dile que no la abandonas por otras cosas,
Que puede navegar largo o corto tiempo para buscarte
Y que recortarás todas sus ideas para pegarlas en un buen papel
Que guardarás del agua, del fuego, del silencio.

Cuéntale que sigues peleando por que hablen tus venas,
Ordénale que recite los versos de amor y se olvide de canciones desesperadas,
Y recuérdale que el tiempo sin ti seguirá sin ser tiempo.

El corum ahora marca más que nunca las horas,
Para con la cosecha de las armas que marcan el poder,
Encender la hoguera que me había abandonado
Ya no hay espada seca que me atraviese
y mis heridas las curan los segundos de amor que me regalas

El alma baila en silencio cuando te encuentra,
La vida respira interpretando tu comedia
El espíritu no quiere hurtarme nada, solo desea seguir escuchándola;
Recogiendo las aguas que desbordan el vaso de tus ojos,
Mientras el director de nuestros hilos ya no lo es tanto,
Y la libertad es mucho más libre que la dueña del engaño.

Te rogará que este cuento nunca deje de contarse,
Y suplicará para que sus letras tengan muchos más trazos,
Le pedirá que no respire su tormenta, porque quiere mantener vivo este candil.
Mandará a las aves que llenen sus oídos de canciones,
Para que no se deslice entre tus manos el cariño que te tengo.

Tú sabes que llegó el día en el que todo tiene que ser distinto,
El amor le dio hace algún tiempo al corazón las alas que necesitaba
Y volaste hacia un lugar nuevo
En él nos encontramos y vamos poco a poco instaurando una nueva leyenda,
En ella los sueños no están prohibidos,
Los cuentos, las historias y los deseos
Gobiernan sin miedo la efervescencia de nuestro prurito.


16.8.07

El Atelier de los Sabores

Como complemento a la sección del periódico mensual Asturias con Otro Acento, ahora estoy en la Radio del Principau d'Asturies, desde el pasado 4 de agosto, el primer sabado de cada mes podeis escucharme en la RPA de 11 a 12 del mediodía, os espero
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