16.4.09

Trenes que pasan, ¡Ojo! son solo de ida

Cuando sientas el vacío en la estación y te des cuenta que otros se han subido, al tren que creías tuyo, viendo su humareda a lo lejos, sentirás que ya no te pertenece, te arrepentirás de no haberlo cogido, será entonces, cuando comiences a analizar los porqués y en ese instante de desdicha, pasarán por tu cara recuerdos a los que quizá antes no les dabas importancia, la flor pequeña que siempre te esperaba en la cama, las pequeñas notas por toda la casa, el vaso sucio de media sueño, la copa de vino de aquella noche en la que la amabas, incluso los libros rotos que nunca habías leído, sí, aquellos a los que ni siquiera mirabas, por que para ti eran parte de la indiferencia con la que vivías, ahora te acuerdas de sus títulos incluso de las historias que en ellos se encontraban, aquellas palabras que ella te recitaba, "me gustas cuando callas por que estás como ausente", incluso aquellos, te quiero, que pasaban inadvertidos el recorrido de pérdida hacia la atmósfera, a través de tus oídos, echarás de menos cada una de las ocasiones en las que te regalaba la mirada y te arrepentirás de no haber cogido su mano, o haber aceptado su cena, incluso de aquella vez en que con sus ojos te desnudaba y tú no parabas de mirar a otras, de escupirle cuanto te gustaban, serás de los que ahora llores, o de las que llores mañana por que dejaste pasar tu tren que silba a lo lejos, por que, ¡¡atención!!, los trenes pasan y son solo de ida. Aquellos que no supieron darle valor a los tiempos, aquellos que se perdieron sin saltar y darse cuenta que el tiempo se termina, que se te escapan, las tazas, y las cucharas, que se te escapan las sillas, las torres y las terrazas, que los minutos se escapan, ahora ya no hay solución, por que él, al que tú nunca supiste valorar, al que jamás entendiste sus locuras, sus pasiones, sus deseos, sus plumas, sus relojes, sus cuadros, incluso sus vinos, sus alumnos, sus viajes, sus gastos, al que no supiste mimar, al que rechazabas con tu mirada, al que abandonabas en el sofá o dejabas ir solo a la cama, y ella a la que condenabas al destierro del sofá, a la que dejabas abandonada en sus proyectos, a la que no mirabas sus palabras, ella a quien no entendiste sus locuras, ni sus pasiones, ni valoraste sus virtudes, a la que miraste con indiferencia cuando peleaba por lo vuestro, a la que dijiste querer para mentirle,a la que creíste querer, pero solo estabas acostumbrado a ella, a la que engañabas y sustituias por otras sin valorar nada, a la que le ocultabas tus cosas y tenias mas que abandonada, a ella que no supiste verle todas sus riquezas, a la que no entendiste sus silencios y tampoco sus miradas, a ella, la de la silla azul, la otra mas clásica, el perro, la taza y la cuchara,a ella y a él, los habéis perdido, si, a los dos, y ellos se encontraron por que se buscaban, ahora a ya no son vuestros, es como el tren que pasa, por que siempre es de ida, nunca se para y si no te subes habrás perdido parte de tu alma, se te habrán escapado de las manos como pez en el agua, las risas y las palabras y mientras lloras por haber perdido aquello, ellos, nosotros, los felices, los que cogemos los trenes cuando pasan, nos reímos.

1 Comments:

Anonymous Almu said...

Muy buena!!

20:41  

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