11.4.09

Contando los segundos

Quizá esta noche miré la pantalla de este ordenador, un millón y medio de veces, quizá fueron mas o menos pero la sensación era otra, corrí, mas diría volé para llegar a encontrarme con el silencio, lo esperaba pero no lo deseaba, mis deseos ahora caminan por otros lares, por lugares que no conozco, pero que deseo conocer, por espacios que añoro sin haber estado nunca en ellos, por minutos que me roban de este mágico momento en el que nos movemos, la verdad es que hoy ha sido un día extraño, he estado rodeado de gente, pero de alguna manera mi cabeza no estaba allí, estaba a miles de kilómetros de distancia entre torres iluminadas, terrazas vacías y sillas de color azul, estaban también con un gracioso perrito y con una taza, hoy blanca y sin la cuchara que tanto me gusta, me decían ya está este, si cada día estas mas loco, y no se daban cuenta que cada vez que me llamaban loco me regalaban los oídos, me despegaban de mi rostro una sonrisa, por que sin quererlo me hacían viajar, volar, sentirme mas cerca, que bien que la gente sepa que estoy loco, si, loco de atar, estamos locos, y los locos somos felices por que nos reímos, por que no tenemos miedo a nada, por que somos capaces de ver lo que los que se creen cuerdos no verán nunca, en fin, yo no se tú, pero yo soy feliz y así quiero quedarme, bueno no, lo que quiero es seguir progresando en mi felicidad, creciendo como lo hace esto cada décima de segundo y perderme de nuevo en la noche descubriendo mas torres iluminadas, mas atardeceres de ciudades extrañas, mas miradas cómplices y mas silencios encontrados, cogidos de la mano, repartiendo barahúnda allá donde los cuerdos intenten llevarnos con ellos.